domingo, 27 de octubre de 2013

La chaqueta de Stanley




   “La chaqueta metálica” es una película de género bélico, fue rodada en 1987 por el director norteamericano Stanley Kubrick. 


Cartel del film. Fuente: FilmAffinity.

   

 Sargento Hartman. Fuente: Youtube.
   El film es una dura crítica del cineasta a la guerra y sus consecuencias, para ser más exactos, la guerra de Vietnam. La cinta está protagonizada por un grupo de actores que comenzaban a asomar la cabeza en el mundo del cine de la época. Dos claros ejemplos son: Matthew Modine (recluta Bufón) o Vincent D´Onofrio (recluta Patoso). Sin embargo, el gran protagonista es Ronald Lee Ermey, el temible sargento Hartman. Ronald encarna de forma magistral a un sargento cruel y despiadado, cuya misión es anular a cada uno de los reclutas como individuo y convertirlos en un grupo de asesinos cualificados.  

los reclutas de la compañía 3092 son cojonudos. Se comerían sus propios huevos y pedirían otra ración”. (Matthew Modine, recluta Bufón).

   
   La película está muy cuidada, con pocas cosas dejadas al azar, como es habitual en Kubrick. Otro de los puntos fuertes de este film es su banda sonora, una gran colección de buenas canciones, que van al pelo para el desarrollo del mismo. También, destacar los ingeniosos cánticos del batallón durante la instrucción, con los que el director da un toque de humor a la película.

   En cuanto al argumento de la película, está dividido en dos partes muy diferenciadas. 

Instrucción en Parish Island. Fuente: El Mundo.
   En la primera mitad, el film se desarrolla en Parish Island, el centro de entrenamiento de la marina norteamericana. Allí, los reclutas son sometidos a todo de tipo de vejaciones como método de entrenamiento. El mayor protagonista de esta parte, aparte de Lee Ermey, es Vincent D´Onofrio,  actor que interpreta al recluta Patoso. En él, observamos el maltrato psicológico al que eran sometidos los reclutas en este centro de instrucción. Hartman “putea” a los reclutas, una y otra vez, para fortalecer su cuerpo y moldear su mente, para así, desterrar cualquier duda que pudieran tener, los futuros marines, a la hora de matar. Esta parte es una gran crítica de Kubrick a los métodos utilizados por el gobierno norteamericano en la instrucción de sus soldados, dejando claro, que muchas de las secuelas mentales que sufrieron bastantes soldados, después de regresar del frente en Vietnam, estaban desencadenadas por haber sufrido esta inhumana preparación.


"El fregao", el Pelotón de los Salidos. Fuente: piniculasyflins.blogspot.com.
   En la segunda parte, Kubrick se mete de lleno en el “fregao”. La acción llega a Vietnam y allí, nos muestra como los soldados ocultan su miedo entre bravuconada y bravuconada. También, muestra como, para muchos, matar se ha convertido en algo cotidiano, incluso llegan a tomárselo a broma y disfrutar con ello. En esta fase de la cinta, seguimos a Matthew Modine, que interpreta al soldado Bufón, un periodista militar de Barras y Estrellas. A través de sus ojos, observamos las tácticas militares utilizadas por el ejército estadounidense y la crudeza del combate. Utilizando a Modine, Kubric aprovecha para realizar una parte donde surgen una serie de entrevistas, que representan las ideas que los soldados tenían metidas en su cabeza y la forma de pensar de muchos jóvenes norteamericanos. Al final de esta segunda parte, Matthew llega al “pelotón de los salidos”, el cual está comandado por su amigo de Parish Island, Arliss Howard, el soldado Cawboy. Aquí, Kubrick nos muestra una situación bélica a la que se enfrenta este pelotón, sin más intención que mostrar la guerra en las distancias cortas, que veamos sus argucias y su crudeza. En definitiva, Kubrick se revela contra la banalidad de la guerra, contra la sin razón de matar a tus semejantes. Critica a los que, por sus propios objetivos, no dudan en mandar a sus jóvenes a morir por una causa, para Stanley, estúpida.


Escena de la batalla. Fuente: jotdown.es.
   
    El final de la película nos deja una reflexión salida de la boca del soldado Bufón, entrelazada con una canción infantil de Mickey Mouse interpretada por el resto de soldados al regresar de una batalla ganada.

En esta escena, queda de manifiesto algo fundamental, en lo que el director norteamericano quiere profundizar en este film, la dualidad del hombre. Una canción infantil como banda sonora de la guerra, un "Nacido para matar" en el casco y un símbolo de paz en la solapa. 



¿Regreso victorioso? Fuente: Youtube.com.


   Sí no habéis visto la película, ¿a qué estáis esperando?

“Vamos, arriba ese culo recluta Patoso, muy bien recluta Patoso, no vayas a joderte los huevos…” (Ronald Lee Ermey, sargento Hartman).


   Hasta pronto cinéfilos.



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